29 ene 2013

Paleo Brownies

Una vez más, disfrutando de la vida y de sus placeres... a golpe de paladar!

Hace varios días que mi blog y amigos me escuchan hablar sobre el cambio de consciencia que en términos alimentarios estoy llevando. Les explico que, por una vez en mi vida, estoy adelgazando sin hacer dieta! Y cómo puede ser esto? Vamos por partes...

Por un lado está la comida...

Lo confieso: soy amante de la comida. Comer me hace feliz. Cocinar, tocar y transformar alimentos arranca de mí una parte primitiva y creativa. Aquí mi mamá ha tenido mucho que ver, por supuesto, y es que es una gran cocinera!
A raíz de un cambio laboral en septiembre, y con un punto de sobreestrés, empecé a adelgazar. No hacía nada, sólo que no estaba pendiente de la comida. Lo comentábamos con el resto de compañeros de la oficina: comía cuando tenía hambre y si me apetecía algún caprichito, también. Me sentía libre, sin estar pendiente de horarios ni de medidas ni de tonterías. Seguía lo que mis intuiciones me marcaban, y es que puse en el trabajo y en la vida todos mis sentidos! A esto se suma mi amor por las verduras, los productos naturales y la curiosidad. Más adelante, y gracias a la nueva web de mis amigos de Mas Duran, descubrí que curiosamente seguía algunos de los designios de la "dieta" Paleolítica, con matices, claro. Seguí leyendo e investigando sobre todo lo que las diferentes webs publican. Lo recomiendo, es un enfoque muy interesante, nada restrictivo. Al contrario, lo más importante es que humildemente se comparte la vivencia y el punto de vista bajo el lema "busque, valore y elija!".

Y por otro, la danza...

Desde niña una de mis pasiones es la danza. Bailo clásico y contemporáneo con la mejor de mis sonrisas. He practicado todo tipo de deportes: con pelotas, con caballos, por la montaña, con raquetas.... Pero es que cuando bailo, me trasformo! Es metamorfósico, cómo el cuerpo agradece y se estiliza cuando hace algo que realmente le gusta. Como decíamos con mi papá, el verdadero alimento, es el alimento del alma!

Aquí mi particular receta de Paleo Brownies con remolacha, plagiados de Eva (Gracias!). He realizado alguna modificación en cuanto a los ingredientes, puesto que el coco y yo no somos muy amigos. Cambié la harina de coco por harina de espelta (algo dulce y baja en gluten). También a último momento, al poner el dedo en la masa resultante, creí conveniente agregar un par de cucharadas de azúcar (moscabado, que es integral y el más puro que hasta el momento conozco) puesto que el chocolate puro en polvo era... apoteósico!

Así que repartí entre mis hermanos unos trozitos (por lo de compartir, ya saben que me encanta) y he disfrutado dos días de unos dulces de chocolate exquisitos. Aquí la prueba del delito y la receta modificada. Y una vez más... gracias!





Brownies de Cacao y Remolacha
Tiempo de Preparación
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
Para: 8 porciones
Ingredientes
  • 180gr o 1 taza de remolacha (aproximadamente 2 remolachas de tamaño pequeño), asada y cortada en trozos pequeños
  • 3 cucharadas soperas de leche
  • 100gr de mantequilla, derretida
  • 4 huevos
  • 1 manzana
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 4 cucharadas soperas colmadas (o ½ taza) de cacao en polvo
  • 4 cucharadas soperas colmadas (o ½ taza) de harina de espelta
  • 2 cucharaditas de polvo de hornear
  • ½ cucharadita de canela en polvo
  • Una pizca de sal
  • Un puñado de nueces (opcional)
Instrucciones
  1. Precalentar el horno a 180 grados.
  2. Introducir la remolacha, la leche, la mantequilla, los huevos, la manzana y el extracto de vainilla en un procesador de alimentos, y triturar hasta conseguir una mezcla lisa y homogénea. Tómate unos momentos para contemplar con admiración el color de la mezcla.
  3. En un cuenco, combinar el resto de ingredientes e incorporar suavemente a la mezcla anterior.
  4. Echar la masa en un molde engrasado de 23cm x 15cm o similar y hornear durante 50 minutos, hasta que se despegue de los bordes.
  5. Servir acompañado de fresas, coco rallado o, para una experiencia totalmente sensual, lujuriosa e indulgente, con un helado paleo de vainilla de madagascar y unas gotas de salsa de chocolate negro caliente…

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