Gratitude....

Ya está, ya empezó. Hace días que saltó la tapa y ahora dejaremos que todo se escape, que todo vuele en un sano libre albedrío. Hace años que todo se cuaja, que los sentimientos fluyen y que las experiencias se acumulan, y todo ello gracias a...

Mi papá y a mi mamá, gracias por la vida, por esta hermosa oportunidad que me habéis regalado, que es sin duda, el mejor regalo. A mis hermanos, por su compañía para siempre, por dejarme aprender de ellos y con ellos. A mis familiares más y menos cercanos: tías, tíos, primos y primas, abuelas, tías-abuelas. Mi gratitud a todos ellos por las enseñanzas y atenciones, para mi corazón todo alimento. 

A mis animales, los que tengo, los que tuve y los que tendré, Beltxa, Zeus, Jilgui, tortuguitas, pececitos, Beltxa, Bono, Picarol... Por su nobleza, amistad incondicional y compañía única, sin duda este mi mundo es así en parte gracias a todos ellos. Por las emociones que me han aportado en los momentos dulces y en los amargos, por el recuerdo que me traen. A mis espectaculares amigas, amigas del alma, amigos y sus parejas, sus novios, sus historias, sus hijos, hijas y sus risas. Por enseñarme el verdadero sentido de la amistad y de la nobleza. Por los muchos momentos compartidos en la naturaleza, entre confesiones y entre copas. A mis parejas, pasadas y futuras. Al papá de mis hijos al que ya amo y por los frutos de la vida que abrazaremos juntos en el baile del amor.

A todas aquellas personas que se han cruzado en mi camino: padres misioneros Claretianos, compañeros de viaje, compañeros de habitaciones en albergues, por el Camino de Santiago y el hermoso recuerdo que guardo, por la intuición y sensibilidad que poseo, por las ofertas de vuelos para llevarme a otras realidades. Gracias a Dios por dotarme de este amor ilimitado, de mis capacidades, virtudes y mis tantos defectos. A las personas que me han regalado una mirada, a las que me han regalado ayudarlas y ayudarse, a los idiomas, a las montañas todas y sus ríos y sus árboles que adoro. Gracias a mi tierra Argentina y mi tierra Catalana, a sus paisajes tan míos llanos y escarpados. Gracias al caminar, al ver y al estar sana, siempre joven.

 

Por los momentos que memorizamos y los que crearemos, con amor y sinceridad. Gracias por el aprendizaje, por el fecundo día a día, por equivocarme, por sonreír y el seducir. Por todos los viajes de mi vida, los de cerquita y los de lejitos. Todo este viaje espectacular que me sigue haciendo temblar, que me apasiona y me emociona cada día más y más. Por este momento, por siempre: GRACIAS.