30 oct 2011

Festina lente


Vuelta a casa, vuelta al trabajo y regreso a una realidad... diferente.


Después de ldos semanas de viaje personal en la Casa sul Pozzo, finalmente me instalo en mi casa con una renovación que va más allá de la decoración. Nuevos muebles, lámparas cambiadas, sofá recién estrenado de Ikea y nuevos proyectos personales. El trabajo lo encontré diferente, mis anteojos son diferentes y así es la perspectiva. Si bien mi plano profesional se está extendiendo, puesto que la implicación en el Casal irá más allá de los martes haciendo deportes con los adolescentes de la Escola de la Pau, me siento más relajada y más segura. 

Debo confesar que la vuelta de Lecco fue aparatosa. Por un lado, me topé en la pista de aterrizaje de Girona con un señor algo enfadado con el mundo, y me tocó pagar el plato (y yo re sensible llorando en la oficina de los Mossos). De ahí a mi casa, vacía vacía (sin compañero de piso ni muebles ni hogar). Y el lunes vuelta al laburo. Esa primera semana (de eso ya hace una) fue emocionalmente dura para mí. Me refiero a que sentí que tenía que volverme a adaptar a otro rol, a otro papel. Dejar aparte la persona que vive los momentos del día a día en una casa llena de gente de todas partes, tomando notas y sin expectativas. Sólo el día a día. Levantarse, comer, charlar, escribir, procesar, sentir, reír y escuchar. Mi mundo en Vic es otro, otro diferente al que dejé antes de irme. Sentía realmente una sana tristeza, llena de calma. Y después de los días... algo seguía activo dentro de mí, algo se había encendido hacía días y no se apagaba. Alguna (o algunas) palabras habían empezado a crear algún tipo de mecanismo que me hacía mover en una dirección. Y esa dirección no tiene nombre de calle, ni número, ni nombre propio ni de país. Esa dirección es un compromiso, es mi mirada y mi sonrisa y soy yo misma. Siguiendo las pistas del compromiso, a la segunda doblando a mano derecha por la calle del amor hasta la próxima rotonda, salida a la tercera en sentido todas partes, sin condiciones. 

Algo así es. 

Y seguiré este camino, seguiré hasta el final. Ya iré contando cómo se dibuja y qué baches tiene. Las flores que estoy viendo son hermosas y el sol me calienta sobre el lado derecho de la cara. El camino es clemente y al fondo no hay más que el dibujo de un camino que se estrecha hasta hacerse finiiiiito finito. Nada más. Campos y más campos a lado y lado. Trigales, hortensias y alguna margarita. Los cipreses y los pinos sujetan las montañas en lo más profundo del valle. Todavía falta un montón para llegar!!!

Ahora estoy a punto de recibir a familiares y amigos en mi re-novado hogar... y con una gran mesa!!! 

La porta è aperta à tutti


Festina Lente significa Apresúrate despacio. Es un lema del emperador Augusto, según cuenta Suetonio en Vida de los doce Césares

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