Hasta el próximo jueves 13 de octubre, pasaré mis vacaciones en una hermosísima zona de la Lombardía Italiana. Estoy en Lecco, concretamente en Chiuso, en la Casa sul Pozzo.
Desde hace aproximadamente un año y medio que dedico parte de mi tiempo libre como voluntaria en la Escola de la Pau, sita en el Casal Claret de Vic. La Escola, de carácter aconfesional, es una alternativa sin ánimo de lucro para todas aquellas actividades (ludico-formativas) que responden a las necesidades actuales de los jóvenes y niños de la ciudad de Vic. Uno de los principios básicos de la Escola, es atender a lugareños e inmigrantes que, por cuestiones socio-económicas, no disponen de muchas alternativas en sus horas de recreo. Esto es, atendiéndolos en los momentos de estudio, ofreciendo un refuerzo escolar, estrechando las relaciones sociales y siendo un lazo de inserción en el nuevo contexto social y lingüístico al que están expuestos. Para ello, organizamos grupos de trabajo escolar, juegos diversos en las instalaciones o gimcamas por la ciudad, deportes varios... Utilizamos el catalán como lengua vehicular y de cohesión. Es interesante la diversidad que también ofrecemos, puesto que los monitores/educadores procedemos de diferentes lugares geográficos (varios somos inmigrantes de primera generación) y de diferentes ámbitos laborales y de formación. La diversidad esta servida! El modelo pedagógico en el que nos basamos son la empatía y la prueba-error. Muy lejos estoy en este resumen de acercarles realmente toda la realidad que comporta la organización y la consecución de los resultados que nos brinda el día a día. Pero a modo de resumen, se aproxima.
Como les indicaba antes, las actividades se llevan a cabo en las instalaciones que nos ceden los hermanos Claretianos de la calle de la Ramada de Vic. En pleno casco antiguo de la ciudad, donde la realidad de la inmigración se hace más patente, se alberga un proyecto vivo, nacido de la inquietud de los participantes a dar albergo a un colectivo joven aún por formarse y en pleno proceso de integración. De la mano del Padre Joan Soler, el proyecto navega entre subvenciones estatales, municipales, donativos y horas de personas voluntarias conscientes de su entorno, de esta nueva realidad.
El valioso patrimonio que la comunidad Claretiana cede a la ciudad para con el proyecto, tiene pinceladas de compromiso. Este compromiso, según nos recuerda el padre Joan, es un compromiso que alberga una clara influencia italiana. Desde hace varios meses que Joan me habla de la comunidad de Claretianos que en el norte de Italia vienen desempeñando acciones sociales con la juventud. Aunque no le puedo leer la mirada, sé que le brillan los ojos cuando me habla de Angelo, del Pozzo y de Lecco. Suena música en sus labios solo de pronunciar estas palabras. A mí, y al resto de los compañeros del Casal (así suelo llamar yo a la organización, puesto que de jovencita acudía al “Casal Claret” en la version esplai) nos viene insistiendo en visitarlos, aunque solo fuere por un fin de semana. La experiencia de intercambiar puntos de vista, confraternizar y aprender de nuevas vivencias es sin duda un buen partimonio que al Casal le aportaremos. Finalmente me convenció y decidí tomar dos semanas de mis vacaciones y despues compartir este proyecto con mis compañeros en España. Así que organicé un blog, cogí mi cámara de fotos, compré un “biglietto” y tomé las riendas de esta nueva aventura personal. El proyecto irá mucho más allá de ser una reportera,un micrófono y andar papel en mano recogiendo entrevistas a los componentes del proyecto Crossing.
A mi llegada me recibe el padre Angelo Cupini en la Casa sul Pozzo, en Chuiso (Lecco). Al aeropuerto me vinieron a recoger los encantadores Luciano y Grazia, eternos enamorados de ellos y de la vida. En la casa, se me ha acogido de la manera mas hospitalaria y cordialmente imaginada!! Esta se organiza en tres plantas, en forma de L y con ventanas enormes a cada lado del edificio que la dotan de una iluminación natural constante.
Los bajos están ocupados por salas grandes para actividades y una cocina para varios comensales (al estilo restaurante).
(el patio, el muro y el Pozzo)
En la entrada principal tenemos un gran patio, con el Pozzo que da nombre a la casa y Il Muro della Memoria...
En la parte trasera de la casa, un gran jardín con espantapájaros precede al huerto y al taller de Crossing Bike, del que os hablaré mas adelante.
La primera y segunda planta se organizan entre salas multiactividades y las estancias comunes: cocinas abiertas en cada planta y habitaciones articuladas con un baño común por cada dos. Aunque humilde, la casa no olvida ofrecer al visitante básicas comodidades (lavaplatos, lavarropas, calefacción, ascensor), a lo que se suman estipendios para el ahorro y aprovechamiento de energías (detectores de movimiento, ventanas de puente térmico y las futuras placas solares). Uno se siente realmente en un hogar confortable y acogedor al tocar las paredes. El resto de los componentes se encargan de darle un calor humano unico.
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